Avería con Turbo Roto ¿Merece la pena repararlo o cambiarlo?

¿Tienes una avería con turbo roto? En este artículo veremos los síntomas para poder detectar la avería, los costes aproximados según las diferentes opciones que existen en el mercado y en definitiva, la información que necesitas para que hagas números y con toda la información plantearte según el valor del coche si te vale la pena repararlo, venderlo el coche roto con el turbo en mal estado, o entregarlo directamente para baja definitiva.

Cualquier duda que tengas, o de información que quieras ampliar, puedes enviarnos en el apartado de contacto.

Qué es un turbo y su avería

El Turbo es un elemento del motor que aumenta la potencia y permite sacar más rendimiento al motor que si solamente funcionara de forma atmosférica. Antiguamente no se usaba pero hoy en día, con cada vez motores más pequeños es raro ver coches de combustión que no tengan turbo, sobretodo en los vehículos diesel.

La rotura del turbocompresor es una de las averías más comunes en los vehículos diésel, puesto que todos los modelos actuales lo incorporan y, además, se trata de un componente que funciona de manera prácticamente permanente.

A continuación a explicar cuáles son los síntomas de que un turbo está defectuoso o roto y qué opciones pueden emplearse para solucionar el problema.

Síntomas de un turbo en mal estado

El problema más frecuente en los turbocompresores es que el eje del mismo va cogiendo holgura, por lo que la eficiencia de la turbina disminuye al ir aumentando la fricción gradualmente. El proceso puede terminar con la rotura del eje, en cuyo caso ya no es que el turbo pierda rendimiento, sino que deja de funcionar definitivamente pudiendo incluso presentar averías derivadas al quemar aceite entrando el motor en autoencendido.

Otros problemas que se presentan frecuentemente son las fugas de aceite del mismo y el deterioro constructivo de uno o varios componentes internos del turbocompresor como pueden ser las aspas de la turbina o el actuador de la electrónica.

Se pueden observar los siguientes síntomas:

  • Pérdida de potencia (puede ser desde algo casi imperceptible a una pérdida a la mitad)
  • Emisión de humos con un tono azulado por el escape, fruto de la quema de aceite.
  • Consumo excesivo de aceite, al estar quemándolo el turbo.
  • Irregularidad en la entrega de potencia además de posibles tirones durante la marcha
  • Testigo amarillo de avería en el motor está encendido
  • El motor entra en modo LIMP-MODE o protección, (Suele encenderse el testigo de motor) y baja radicalmente la capacidad de entregar potencia. Esto es un modo especial que tiene el motor en el momento que detecta que algún componente funciona mal para evitar daños mayores.

Coste de cambiar el turbo

¿Y cuál es el coste de cambiar un turbo? Pues como casi todo, depende, por una parte del modelo de turbo (hay algunos realmente muy complejos y caros), del tipo de repuesto empleado para efectuar la sustitución, y de si sólamente hay uno o son biturbo como algunos coches más complejos. Famosas y conocidas entre los expertos del motor pueden ser por ejemplo las averías del 335i de BMW, Bloque ampliamente probado y fiable pero que al añadirle potencia con los dos turbos se volvió poco fiable.

Turbo completamente nuevo y original del fabricante

Para un vehículo de gama media (pongamos por caso un Renault Megane Diesel 1.5D), el coste medio de un turbo original y nuevo se sitúa en torno a los 1200 euros.

El recambio nuevo y original será siempre la mejor opción si nuestro presupuesto nos lo permite, aunque hay que tener en cuenta que realmente los fabricantes de los turbos no son los fabricantes del coche, existen varios fabricantes de turbos en el mundo, algunos de los más conocidos son: Garret, KKK, IHI, Mitshibishi Turbocharger, Toyota, Hitachi, etc.

Turbo nuevo compatible

Estos turbocompresores no están homologados por el fabricante del vehículo, pero en principio no tendría que dar problema. Pueden costar algo menos que el recambio 100% original, si es un vehículo que no queremos invertir más y el mecánico nos da su visto bueno por su experiencia, puede ser una buena opción.

Turbo reacondicionado

Los turbos originales reacondicionados son piezas que han sido refabricadas y sometidas a estrictas pruebas de funcionamiento. Disponen de garantía oficial y, como en el caso anterior, cuestan más o menos la mitad que el repuesto nuevo y original.

Turbo de desguace

La opción más económica en cuanto a recambio es utilizar un turbo de desguace pero esto tiene un problema, la mano de obra es la misma y el turbo puede estar en mal estado o muy usado con lo que realmente de económica puede tener poco. A veces lo barato sale caro y ten en cuenta que se trata de piezas cuyo funcionamiento no ha sido verificado y que son susceptibles de fallar a muy corto plazo.

Mano de obra

La mano de obra, depende mucho según si es en taller oficial o en otro taller independiente, del tipo de coche y del acceso para poder hacer el cambio del turbo. Por lo general es una operación que lleva varias horas y necesita ajustes y comprobación. Pueden ser desde unas 3 pero pongamos que lo habitual serían unas 10 horas de trabajo, a unos costes normales de taller aproximadamente unos 500€

¿Merece la pena arreglar un turbo roto?

Otra alternativa económica es la reparación, recostruyendo tu propio turbo, sustituyendo solo el eje u otros componentes internos. Pero no son muchos los talleres que disponen de los medios materiales para efectuar esa operación por lo que habría que enviar el turbo desmontado a un taller especialista en turbos que si que realizara la operación.

turbo roto

Como contras está el tiempo de espera desde que se desmonte el turbo hasta que te entreguen el mismo para montar, ya que si tienen que buscar específicamente piezas, comprobarlo, tararlo, etc, no suele ser algo rápido.

Si tu motor es complicado, es un motor industrial o poco común, quizás sea la única opción viable ya que no es fácil encontrar turbos reconstruidos de muchos motores en stock listos para entregar. Si por el contrario tu motor es común y existen turbos ya reconstruidos en el mercado, vale la pena entregar el tuyo como casco y te darán algo a compensar del turbo reconstruido. Así, además tendrás garantía y ahorrarás tiempo.

Vender un coche con el turbo roto

Si ya estabas pensando en cambiar de coche y de repente se ha roto el turbo, puedes intentar venderlo sin repararlo o sustituirlo. Esto es un problema en muchos casos.

Ten claro que no es fácil que puedas vender el vehículo a ningún comprador particular: los particulares huyen de las averías y de los problemas.

El comprador objetivo de este vehículo puede ser un profesional, te dejamos el enlace completo al artículo vender un coche averiado. Nosotros podemos darte una tasación sin compromiso aunque el coche tenga el turbo roto.

En cualquiera de ambos casos, ten presente que tendrás que vender el coche a un precio muy por debajo del de su valor de mercado.

Mantenimiento y consejos para alargar la vida del turbo

La vida útil del turbo está directamente relacionada con la buena lubricación del mismo, algo indispensable para evitar sobrecalentamientos.

Ten en cuenta que la velocidad de giro de una turbina dentro del turbocompresor, puede ser de unas 20.000 rpm, si no se refrigera bien puede gripar.

Dado que el aceite que lubrica el turbo es el mismo que lo hace con el motor, la primera medida es cumplir con los períodos de sustitución del aceite y del filtro estipulados por el fabricante.

Además, deben revisarse periódicamente los manguitos que, conectados al turbo, conducen y evacuan el aceite del turbo.

Por otra parte, el estilo de conducción también influye: a mayores requerimientos de potencia, más altas son las revoluciones a las que gira el turbo, lo que implica que el eje es sometido a un esfuerzo mayor y que la temperatura de funcionamiento es más elevada.

Y una recomendación adicional es que cuando sometes al turbo a un alto nivel de exigencia y vas a detener el vehículo, esperes unos minutos antes de para el motor. De esta forma, el aceite rebajará rápidamente la temperatura de la turbina, puesto que al ralentí esta deja de girar y no se produce calentamiento. Lo mismo al arrancar el motor, hay que esperarse que el aceite esté en su temperatura de trabajo y esté lubricando bien todas las partes del motor incluido turbo para evitar que este sufra más de la cuenta.

Ante los primeros síntomas de avería conviene que lo revise un mecánico, por si de forma prematura se puede hacer alguna limpieza o ajuste para evitar que el mal vaya a más.

Deja un comentario